Colocación de implantes dentales y otros procedimientos quirúrgicos centrados en restaurar la función y estética de los dientes perdidos o dañados.
Los implantes dentales son tornillos de titanio que sustituyen a las raíces de los dientes. Se colocan en los maxilares, y de esta forma logramos la reposición de las piezas dentales ausentes. Posteriormente sobre el implante colocamos una corona o prótesis. El aspecto final se asemeja al del diente natural.
La pérdida de una pieza dental compromete la funcionalidad de la articulación y altera la mordida. La falta de dicha pieza provoca desplazamientos y sobrecargas en las piezas colindantes.
Los implantes están fabricados en Titanio grado 4. Son completamente biocompatibles y el hueso se "pega" a la superficie del implante. Actualmente la superficie del implante recibe tratamientos basados en la nanotecnología, estos tratamientos garantizan mayor estabilidad inicial y mayor éxito final. La nanotecnología aplicada al implante hace que su superficie de osteointegración en el hueso aumente en un 400%.
La intervención es muy sencilla. Se realiza en el gabinete dental con anestesia local. El tratamiento es totalmente indoloro y el postoperatorio suele ser poco molesto. En muchos casos bastan con 30 minutos para colocar el implante. En algunas ocasiones (técnica transmucosa) ni siquiera es necesario dar puntos. En los casos complejos puede ser necesario la realización de injertos óseos (ROG), elevación del seno maxilar u otras técnicas para el manejo del hueso atrófico. Tras la intervención es necesario un tiempo de espera que será marcado por el facultativo (habitualmente 2 o 3 meses), durante el que se produce la ósteointegración o unión del hueso al implante. Una vez transcurrido este plazo iniciamos la fase protésica que culmina con la colocación en la boca de las piezas dentales sobre los implantes.
En ocasiones el paciente no tiene suficiente hueso para colocar implantes, bien por llevar un prolongado tiempo sin piezas dentales o a causa de numerosas infecciones que han provocado la pérdida del hueso. Cuando un defecto oseo no se regenera por si mismo debemos inducir nosotros la regeneracion. A este procedimiento lo llamamos ROG.
Actualmente tratamos de colocar "hueso sintético" que cubrimos con una membrana de colágeno para estabilizarlo y evitar que los tejidos blandos invadan el defecto. Este precedimiento es poco traumático y ofrece unos excelentes resultados en defectos moderados. Este biomaterial es osteoinductor, es decir induce la formación de hueso del propio paciente, y al cabo de unos meses el paciente regenera su propio hueso. En otras ocasiones se utiliza hueso del propio paciente que se obtiene del mentón, rama ascendente de la mandíbula, o en zonas extraorales.
Son unos espacios huecos, llenos de aire, que están situados detrás de las mejillas, bajo los ojos y a la par de las fosas nasales.
Cuando no hav hueso ni distancia suficiente entre el maxilar superior v el seno para la colocación de implantes, habrá que realizar dicha intervención.
Consiste en introducir "hueso artificial" entre el suelo del seno maxilar y la membrana interna que lo recubre. Frecuentemente podemos hacerlo de forma sencilla y simultaneamente a la colocación de los implantes. Lo llamamos Elevación Atraumática. En otras ocasiones deberemos realiza una pequeña incisión a la altura de las raíces de los molares superiores, acceder a la membrana y colocar el hueso.Se llama Elevación Abierta. De este modo logramos crear una base ósea para colocar los implantes y posteriormente la prótesis fija.